EL NAUFRAGIO DE LA HERRADURA.
El Naufragio de La Herradura. El dieciséis de julio, celebrábamos la fiesta de NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN, patrona de toda la gente de la mar, vaya desde aquí nuestro más merecido homenaje del que ya dejamos constancia teniendo el honor de llevar a la virgen en nuestro barco,
pero sobre todo aprovecho la ocasión para recordar a las 5.000 personas que el 19 de octubre de 1562 perdieron la vida frente nuestras costas en el famoso naufragio de La Herradura y que le costó al reino de Felipe II la perdida de la armada invencible.
En aquellos tiempos se estableció una estrecha vigilancia al imperio otomano por el control del comercio en el mediterráneo y los saqueos continuos por parte de los berberiscos, aliados de los turcos que tenían estos fines como misión y la de buscar esclavos, lo que desencadeno en el año 1571 la batalla de Lepanto.
Con el fin de combatir este enfrentamiento, Felipe II ordena en julio de 1560 a D. Álvaro de Madrigal virrey de Cerdeña, preparar la armada, se construyeron en Barcelona veintitantas galeras de guerra armadas hasta los dientes, con el fin de conquistar las plazas de Orán y Mazalquivir, base de operaciones del gigante Turco.
Rumbo a Málaga.
Antes de dirigirse a Orán, D. Juan de Mendoza al mando de la flota de veintiocho galeras, hace escala en Málaga, conocido puerto donde se abastecían a los barcos de pólvora y utensilios. Esperando vientos favorables, en concreto el terral que los llevara rápidamente a las costas de África, el mar se levantó, este puerto estaba muy expuesto a los vientos del este hasta que se construyó un dique por los Borbones para proteger de los vientos de poniente y levante, con esta situación y dada la cantidad de naves, Mendoza decide poner rumbo a una bahía abierta para poner en agrupación cómodamente a sus naves , decide dirigirse a la bahía de La Herradura ensenada natural entre Cerro Gordo a poniente y la punta de la Mona a levante muy conocida como refugio por los navegantes y los corsarios de Argel y Tánger.
Serian aproximadamente las diez del 19 de octubre de 1562 cuando las galeras comenzaron a situarse a levante de la bahía (punta de la Mona), ya fondeados parecían al resguardo y sin peligro pero el viento rolo a componente sur desencadenando un fuerte temporal típico de la zona y que en el año 1900 acabo con el buque escuela alemán Gneissenau, la experiencia a las tormentas y altas olas del báltico le sirvió de poco ante este viento infernal que llevo a este buque contra las rocas del dique de levante del puerto malagueño.
A la flota de D. Juan de Mendoza no les dio tiempo a levar anclas y trasladarse al otro lado de la bahía ni dar la vuelta a la punta de la mona, al cambiar el viento las galeras quedaron batidas abiertamente al viento de sudoeste que las empujo contra las rocas ese sería su fin, el mar creció, y la furia de las olas movía las galeras de un lado para otro sin control. Se intento sujetarlas con doble fondeo lo que suscito críticas ya que no se solía hacer en estas circunstancias.
Mendoza ordeno soltar los galeones y a las galeras, también libero a los condenados a remar librándolos de los grilletes como ordenaba las buenas artes de navegación en caso de naufragio.
El desastre.
La galera Capitana de Nápoles levo anclas, pero con tan mala fortuna que fue a dar en las rocas y arrastrada por el mar hasta la playa encalló. La patrona y Caballo de Nápoles dieron la vuelta sobre sí mismas, e inmediatamente todas las comenzaron a chocar unas con otras, destrozándose o hundiéndose. Los supervivientes se tiraban al mar pero la resaca, maderos y toda la clase de objetos flotantes acababan con sus vidas.
La Barbola choco con un peñón y el árbol quebró, fue arrastrada hasta la playa quedando depositada en ella sin daños considerables, todos sus tripulantes se salvaron. Mendoza fue golpeado y arrastrado al mar por el árbol de la capitana de España navío que mandaba, murió ahogado. La Barbara choco con un peñón La Brava, La Estrella renegada Y Esperanza se perdieron. La lucha por la supervivencia contra el mar embravecido fue inútil llevándose consigo veinticinco galeras y 5.000 personas.
La Capitana de España fue embestida por las olas hasta atravesarse y hundirse entre las 12h y las 13h del día, salvándose unas cinco personas de cuatrocientas. A las 13h se habían perdido todas las galeras, de las veintiocho, veinticinco habían quedado en el fondo en la Herradura, la tres que se salvaron, Mendoza, Soberana y San Juan, escaparon por la posición que ocupaban en la bahía, próxima a la punta de la Mona, pudieron levar anclas y dar la vuelta, refugiándose entre dicha punta por la cara de poniente y el peñón de las Caballas conocido por los Berengueles.
Los fallecidos.
Se calculan unas 5.000 personas fallecidas, los remeros, más acostumbrados al ejercicio físico y sin ninguna impedimenta, traje, coraza etc. fueron los más numerosos en salvarse, unos 1740 lo que significa que estaban muy cerca de la costa, se calcula un total de7.000 personas embarcadas.
El mar, durante días no dejo de arrojar cadáveres a las playas, los vecinos de La Herradura y Almuñécar, los recogían y los enterraban. Estos hechos se guardaron en la memoria, hasta que Miguel de Cervantes, hiciera referencia a ellos en la segunda parte del Quijote publicada 53 años después en el capítulo 21. En La Herradura se hace constancia y memoria con diferentes actos conmemorativos, placas y monumentos.
Monumento a los caídos en el naufragio, se encuentra ubicado en la mitad del paseo de Andrés Segovia.
Mosaico en referencia al párrafo donde Miguel de Cervantes hizo mención, en el Quijote, al pueblo de La Herradura. Se encuentra a la entrada de la iglesia.
El naufragio de la flota causo bastante repercusión en los dominios de Felipe II, que convocó a las cortes en Madrid para buscar solución a la perdida de las galeras a cargo de D. Juan de Mendoza, construir nuevas y defender las fronteras y costas de África, ya que la situación era favorable a los Turcos.
Nueve años después del naufragio tuvo lugar la batalla de Lepanto 7 de octubre de 1571 entre la liga santa, una coalición cristiana liderada por España y el imperio Otomano.
Pocos han sido los medios destinados al estudio y recuperación de este patrimonio histórico.
Agradecimientos.
Mi agradecimiento por su esfuerzo a todas esas personas por poner estos hechos en conocimiento de todos.
Resaltar algunos nombres por su reconocimiento y fuente de mayor información.
- Doña María del Carmen Calero Palacios, autora de numerosos estudios del acontecimiento y del libro Naufragio de la Armada española en La Herradura
- Andrés Cárdenas Muñoz, autor del libro El naufragio de La Herradura
- Juanfran Cabrera, vecino de La Herradura y dibujante, algunas de las ilustraciones pertenecen a su comic sobre el naufragio que podéis adquirir.
- El rincón del navegante.
SALVADOR BLANCO DIAZ